Energía nuclear. La voz de una ¿experta?

Energía nuclear
En El País de hoy (20/3/2009) leo el artículo de Ana Palacio sobre la energía nuclear y, en él, me extrañan varias cosas. No diré que el texto sea una joya literaria, pero me extraña que quien, en vez de hablar balbucea, escriba no diré bien, pero sí aseadamente. Me extraña, también que argumente, con sensatez suficiente para convencer a un profano como yo (por cierto, no sabía que ella , licenciada en ciencias políticas, fuera una experta en tratamiento de residuos nucleares).

Y ante tanto extrañamiento, ante la desconfianza que produce oír hablar a alguien con tanta seguridad sobre un tema que no es de su competencia profesional, ante el recuerdo de cómo nos vendió al defender ante la ONU, en su calidad de Ministra del gobierno español, la necesidad de intervenir en Irak e invadir aquel país, me surgen muchas preguntas, que creo lícitas: ¿estará esta señora tan bien informada de este tema como lo estaba de la presencia de armas de destrucción masiva en Irak? Recuerdo con qué convicción hablaba también entonces del asunto. ¿Qué intereses (personales, familiares o de la Santa Obra) tiene este personajillo (que debería estar bien calladita tras el papelón de exteriores durante su mandato) para defender tan "interesadamente", en un tema del que todo lo que sabe es lo que está en la red, la energía nuclear?

No sé nada de energía nuclear, pero ya tengo algo en contra: que lo defienda esta señora. La última cosa que esta señora defendió fue la participación en la invasión en Irak... y vean el coste de su opinión en vidas humanas, en dinero y en estabilidad política. ¡Poca vergüenza de este monaguillo con faldas de la papisa Espe! Pero, ojo, esta gente sabe repicar, allá, y dar con el mazo, aquí.