domingo, 3 de mayo de 2009

Lo que quedará de ZP, cuando acabe (abandone, le acaben) su mandato

Leo en El País de hoy, en la entrevista de Juan Cruz a Ramón Jauregui: "La política nacional está demasiado atravesada por un partidismo exacerbado. Demasiado preñada de la alternancia política... Me gustaría una política más grande". Juan Cruz comenta cómo Jauregui ve la España del 2010 "como la España de los primeros años de Felipe, necesita de grandes transformaciones, acuerdos, esfuerzos, sacrificios... Y la política espanola está pequeña". Sin duda ESTÁ PEQUEÑA.
Me pregunto ¿qué quedará de la era Zapatero? Y apenas se me ocurre nada. Una ley de dependencia muy bonita pero (para decirlo desde la piedad) inoperante; una ley de la memoria histórica hecha para la amnesia; una vergonzante sumisión laica al vaticano; una ley de la igualdad idiotizada en una cara bonita a lo "Berlusconi"... Me parece muy loable, en los últimos tiempos la defensa verbal de los trabajadores, pero en tanto que los trabajadores reiben la promesa de que esta crisis no la pagarán ellos, quien recibe los dineros son los banco.
Zapatero caa día me recuerda más a Robespierre. No por la revolución prometida (y en este caso no efectuada), sino por el terror ejercido sobre sus colaboradores. Todo lo valioso de su entorno lo ha guillotinado (Jauregui, López Aguilar, Caldera...) Cada día me parece más claro que para Zapatero democracia es el gobierno de la mediocridad... Y la mediocridad empezieza por él mismo.
¡Que llegue otro socialismo, "con un relato más construido y alguna iniciativa gubernamental que formalice el compromiso con la transformación que España reclama"! Jauregui, echado del barco a empujones, es –junto a otros muchos desfenestrados por ZP– alguien que hubiera estado en cualquier gabinete con una idea más grande de la política. La caspa nos llega a la altura de la cejas y no nos deja ver la relidad.