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jueves, 9 de abril de 2009

Paréntesis franquista

Hace unos días, critiqué un artículo de Jordi Gracia, en el que se afirmaba que el franquismo había sido sólo un paréntesis... Tal afirmación me parecía entonces franquista en sí misma; una forma de quitarle importancia a la cosa. Hoy en El público (9 de abril de 2009), leo un artículo de Vicenç Navarro, Catedrático de Ciencias Politicas, en el mismo sentido que mi crítica pasada. Se trata de un artículo cuya lectura recomiendo, sobre todo en los nueve puntos a los que apela para demostrar que el dominio del bloque conservador franquista no sólo guió eso que hemos llamado la transición, sino que también domina nuestro presente. Ahí van resumidos esos 9 puntos demostrativos:

1. "El país con el gasto público social por habitante más bajo de la UE, situándose a la cola de los países con semejante nivel de desarrollo económico; es decir, la Unión Europea de los Quince (UE-15).

2. El país de la UE-15 con mayor fraude fiscal, realizado en su mayoría por la banca, la patronal y los sectores más pudientes de la población. Según las propias cifras de los técnicos del Ministerio de Hacienda, tal fraude fiscal equivale a un 10% del PIB, por lo que España es el único país de la UE-15 donde, según las declaraciones de renta, un empresario ingresa menos al año que un trabajador.

3. El país con mayores desigualdades de renta (junto con Gran Bretaña, Grecia y Portugal) de la UE-15.

4. Uno de los países con uno de los Estados del bienestar más polarizados de Europa, con el 30% de renta superior del país cubierto por los servicios educativos (excepto los universitarios) y sanitarios privados, y el 70% restante (clases medias y clase trabajadora) por los servicios públicos.

5. El país de la UE-15 en el que mueren más trabajadores por enfermedades laborales sin que ello conste en su certificado de muerte, como consecuencia del enorme poder de la patronal y de las Mutuas Patronales Laborales que controlan.

6. El único país donde no se puede criticar al jefe del Estado (que no permite en su presencia denunciar al dictador que ha asesinado más españoles en el siglo XX, al cual su consorte, la reina, se ha referido como un dictador blando).

7. El país que aporta más fondos públicos a una de las jerarquías eclesiásticas católicas más retrógradas de las existentes en Europa.

8. El país donde un nacionalismo exacerbado central, heredado del franquismo, ahoga a las nacionalidades periféricas sin permitir el reconocimiento de un Estado auténticamente plurinacional.

9. El único país de Europa que ha padecido una dictadura donde las víctimas asesinadas por aquella continúan desaparecidas sin que el Estado se haya atrevido a desenterrarlas y darles el homenaje que se merecen.

Estos indicadores, entre otros muchos, deberían cuestionar la definición de aquella Transición como modélica. "

Estoy totalmente de acuerdo con la opinión de Navarro.

martes, 24 de marzo de 2009

Creemos el club de la cleptocracia

-La crisis general de nuestros días –me comenta un amigo, al hilo de la lectura de un artículo de Carlos Fuentes– ha servido al menos para una cosa: para demostrar que el modo de gobierno, en estos inicios del siglo XXI, conoce nombres diferentes en cada lugar del globo (democracia, dictadura, oligocracia, etc.), pero en realidad en todos los rincones de la geografía es uno y el mismo: la CLEPTOCRACIA".
-Siempre ha sido así, ¿no? –le pregunto levantando la vista de la novela que estoy leyendo, y sólo por seguir con una conversación.
-Es posible, pero quisiera creer que no. Al lugar en que nos hallamos nos han conducido la muerte de las ideologías y la toma del poder de unos profesionales de la política a los que no se les conoce oficio, aunque sí que destacan por su beneficio... Esto no siempre ha sido así. Al menos, en un tiempo podías encontrar políticos con algún principio.
- Y lo peor de todo... Están en todas partes, controlan y rentabilizan –prosigue– hasta las alcantarillas. Teatralizan en el parlamento o en los medios un bipartidismo que no es real. La mancha de la corrupción se extiende más que la del aceite y lo tiñe y empapa todo, desde las pedanías a los megayuntamientos; desde los parlamentos regionales al miniparlamento de la nación. Los casos innundan los juzgados y los inutilizan. A ningún partido le interesa que la cosa cambie. Si hubiera cambio, el número de los parados (por inútiles) crecería tanto...
-Hombre, ¡inútiles! No me seas extremista –le digo. Todavía esto no es Sodoma... Habrá, por lo menos 10 justos entre los políticos que conocemos.
-A ver –me reta– te desafío a que me propongas 10 nombres.
-Si eso fuera así –intento ofrecerle resistencia– alguien denunciaría la situación...
-Todos los que están en activo –me interrumpe– se callan... y no sólo por que tengan algo que ocultar, sino también porque, si se rompiera la actual situación y ellos tuvieran que volver a la vida civil, no encontrarían dónde trabajar. No tienen oficio y el beneficio quizás se les agotase.
-No sé. ¿Y qué se te ocurre–le pregunto-, más allá de la resignación, para cambiar esta situación?
-Poco. Creemos el club de la cleptocracia. Abramos un espacio y propongamos nombres que lo compongan. Los periódicos constituyen una buena fuente.
-Vale. Iniciemos la lista –propongo–con ese tal Correa, que no sé quién es, pero que está en todos los periódicos.
-Ese no es político. Su profesión es otra. Además, vayamos un poco más atrás. Remontémonos a Luis Roldán, y para no pecar de provincianos, sumemos desde el principio el nombre de Madof.
-¿Cuál es el nombre de pila de este Madof?
-No lo sé... Ya tenemos Madof, Roldán... ¡Que la gente proponga nombres!